Ubicada en el apacible barrio de San Roque, a las afueras de Luján, esta vivienda se erige como el escenario perfecto para el vibrante ciclo de la vida familiar. Cada rincón ha sido diseñado para ser un contenedor generoso y cálido de las experiencias cotidianas de nuestros clientes.

Nuestro enfoque como estudio es crear un equilibrio entre el dinamismo y la intimidad, organizando los espacios en dos grandes zonas: un área común que acoge y una esfera privada que resguarda. Esta estrategia de diseño busca armonizar la vida diaria en un entorno que fomente tanto la interacción como el retiro.

La zona de uso común se despliega en un espacio expansivo que incluye un hall de acceso con un toilette, un amplio living-comedor, una cocina funcional para el uso diario, un lavadero y una despensa. La conexión fluida entre el estar y el comedor se extiende hacia una galería envolvente, que se funde visualmente con la piscina y se integra con el generoso jardín que abraza la vivienda.

En la esfera privada, el diseño ofrece dos dormitorios y un baño compartido, además de dos suites que brindan un confort sin igual. Un estudio versátil completa esta zona, con la opción de transformarse en una habitación de invitados, adaptándose a las necesidades de nuestros clientes.

Para lograr la calidez espacial que buscaban, colaboramos estrechamente con nuestros clientes para definir un estilo que combina la elegancia clásica con el encanto rústico de una casa de campo. Los espacios, pensados para mantener una conexión constante con el exterior, están adornados con grandes ventanales que permiten que la luz natural inunde cada rincón. La altura generosa de los ambientes amplifica esta sensación de apertura y libertad, creando una espacialidad visual que enriquece la experiencia cotidiana.

Este proyecto no solo responde a las necesidades funcionales, sino que también invita a la contemplación y al disfrute de cada momento, reflejando nuestra dedicación a la creación de hogares que sean auténticas obras de arte vivas.